Música sonando: Herbie Hancock
----------------------------------------------------------------------------------
Esta semana ha sido diferente...
Todo empezó el domingo por la tarde, justo después de comer cuando un ligero dolor de barriga me dejó tocado para lo que quedaba de tarde. ¡Lástima, pensé!, si esto me ocurre a la mañana siguiente, me evito ir al trabajo, pero bueno, toca fastidiarse el domingo.
Y pasó el domingo pero no el dolor, lechessssss, noche infernal de más dolores que me hacen tomar la decisión de no ir a trabajar el lunes. Total, para estar indispuesto, mejor me quedo en casita. Por otro lado me dan hora para el médico a las 16:30h por lo que pasaré un día de soledad en casa, que no está mal de vez en cuando.
A las 10 de la mañana sigo con los dichosos dolores de barriga, ¡¡¡¡¡joder!!!! si es que no se puede ni estar tranquilo en casa, por lo que recuerdo que la mutua que amablemente tengo en el trabajo tiene consultorio telefónico, así que decido hacer uso de él.
- Hola, soy Final Straw y llamaba para un consejo médico, es que me duele mucho la barriga...
- Un momento por favor, que le paso con el médico.
- Hola buenos días, soy Pedro, el médico, en qué puedo ayudarle.
- Hola me llamo Final Straw y tengo un dolor de barriga, justo debajo del ombligo en la parte derecha.
- Sí, mire don Pedro (¿¿????? ¿Pedro? pero Pedro no era él) No le digo nada respecto al nombre, animalico. Sí, lo que usted me dice parecen gases, no tiene por qué preocuparse.
- ¿Seguro? Es que me ha dado un dolor hace una media hora que me ha dejado doblado durante 5 minutos y no me podía ni mover.
- No se preocupe, a veces con los gases pasa...
- Verá he estado mirando en internet y parece que sea apendicitis... digo.
- No. La apendicitis suele darse más en la entrepierna, no donde usted describe.
(sigo mirando la imagen de internet, y el dichoso apéndice aparece donde yo digo pero claro, él es el doctor).
- Ok, entonces ¿qué hago?.
- Mire don Pedro (¡¡coño con el Pedro!!!, que Pedro eres tú GAÑÁNNNNNN), si acaso no tome ningún medicamento y vaya al CAP esta tarde como tiene previsto.
- De acuerdo, gracias... Este tío si es médico es un inútil, pocas preguntas, poca retentiva y no conoce el cuerpo humano, creo, vaya.
Total, que pasan las horas, consigo responder algún mensaje de los diferentes posts mientras voy aguantando mi dolor de "¿gases?". Del ordenador cojo dos capítulos más de la serie que me tiene hipnotizado ultimamente, Dexter y que estoy viendo en inglés ya que todavía no la han emitido en castellano en España (esto va por Luna, me ha hecho gracia que dijeras lo de esta serie y de que me gustaría... cuando ya la seguía desde hace tiempo, eso sí, friki tú, jejejeje!!!!).
Las 16, por fin, vamos al médico, otra aventura, 10 minutos

La sala de visita ya daba para un solo post, que originalmente era el que quería escribir, con gente hablando en voz alta con todo el mundo y de todos los temas posibles sin importarles un pimiento el lugar donde estábamos. Recuerdo que antiguamente había el típico cartel de Silencio con una enfermera con cofia con el dedo índice un los labios.
Yo, como en estos casos no me gusta ni hablar ni que la típica viejecito o viejecito me de la paliza, me fui hacia el fondo de la sala, en un rincón donde no había nadie en el que veía las cabezas de todos desde atrás. Empezó una mujer con la típica pregunta trampa a otra mujer...
- ¿Y usted a qué hora tenía?
- Pues a las 15.30
- ¡Qué desastre, si es que ya llevan una hora de retraso! y bla bla bla.
Después de criticar al médico y a la seguridad social, pasaron al tema de política, malo, ya me veía yo los puñales al aire, PSOEístas contra PEPEros, con los de Convergència dando a diestro y siniestro.
Después de eso, seguían con sus indagaciones de quien iba a cada hora, y yo mientras haciéndome el loco para que no me vieran. En ese momento pensaba que esta gente es como los vampiros (o eso dicen las películas), que no pueden entrar en tu casa si no los has invitado antes. Como les dirijas la palabra una vez....estás muerto.
El siguiente tema de conversación fueron las instalaciones, que si vaya desastre, mira que goteras hay ahí, etc. etc.
Pasa el tiempo y por fin, con una hora de retraso entro a la consulta del médico. Como este tenía una médica (¿se dice así?) en prácticas, hablaba en voz alta y hacía que me sobaran por duplicado justo donde me dolía. La conclusión fue rápida, nada de gases, una apendicitis del copón, así que vete a urgencias ya y que te operen.
¡¡Mierda!! como pille al Pedro de los "güevos", le voy a dar una patada que va a ver hasta a Heidi.
-- Fin de la parte I --